Llego la hora de comprar; ¿Promotora o Cooperativa?
Cuando ya hemos decidido comprar una vivienda nueva se nos plantea la duda de si comprarla a través de un promotor privado o hacernos partícipes de una cooperativa de viviendas.
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Para tomar esta decisión deberíamos saber cuál es una de las principales diferencias entre una promotora y una cooperativa de viviendas. Esta diferencia radica principalmente en quien recae la responsabilidad y riesgo de la edificación. En el caso de la promotora, será esta la que se haga responsable de entregar a los compradores la vivienda adquirida a cambio del precio pactado y recogido en un contrato. Por el contrario, en la cooperativa, son los propios cooperativistas los que se hacen cargo de la ejecución de la obra a través de una gestora que contratan y basados en un proyecto de obra y un plan financiero.
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En los tiempos que corren, y a la vista de lo importante que resulta la decisión de adquirir una vivienda nueva sobre plano, deberíamos en primer lugar comprobar la garantía que nos ofrecen sobre la inversión que vamos a llevar a cabo. Debemos por tanto realizar una labor de investigación que por lo menos recoja el pasado de la gestora y el de la promotora. Conviene conocer por lo menos en qué proyectos han participado con anterioridad y que opiniones hay de ellas, así como cuál es su solvencia económica a través del Registro Mercantil.
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Tener en cuenta:
- Los precios de las viviendas en cooperativas suelen ser un 20% inferiores a los de las promotoras
- El precio y plazo en el caso de las promotoras es cerrado y en las cooperativas los propietarios asumen los fallos en los cálculos de coste y del plazo de ejecución
- En las cooperativas se necesita un desembolso inicial importante ya que se requiere la compra del suelo en el que realizar la edificación, y que normalmente representa en torno al 35% del coste total.
- Quizá el mayor contra de las cooperativas está en el temor de los cooperativistas a perder las cantidades aportadas. Como hemos señalado, los cooperativistas tienen que hacer frente al pago del suelo y por otro lado solo se aseguran las cantidades aportadas desde la concesión de la licencia de obra (modificación de la LOE en vigor desde el 01/01/2016). Os recomendamos asegurarse de que el suelo que pretende la cooperativa es finalista, esto es, cuenta con toda la tramitación urbanística para empezar a construir las viviendas.
- Los cooperativistas pueden desistir de su intención de compra teniendo derecho al reembolso de las cantidades aportadas (salvo un 5% en caso de baja no justificada). Con una promotora no hay marcha atrás, hay que cumplir con la obligación de pago adquirida en el contrato.
- La posibilidad de personalización de las viviendas es mayor en las cooperativas ya que son los cooperativistas directamente los que intervienen en el proyecto y su ejecución.
Espero que os ayuden estas consideraciones a tomar vuestra decisión. Comprar a una promotora o adherirse a una cooperativa de viviendas no es cuestión de mejor ni peor, son caminos diferentes para personas diferentes.
Mi casa, mi negocio, mi barrio, mi ciudad, mi vida.